viernes, 28 de octubre de 2011

¿Forma o Fondo en su campaña de imagen? ó lo que es lo mismo, “The Mobile Zombie”.


Hay una situación muy simple que todos conocemos, y que ilustra este asunto de "¿para qué y cómo usamos la tecnología y los medios de comunicación?": yo le llamo, “The Mobile Zombie” ó “El Zombie Celular”. Estos individuos -e individuas-, que de pronto hicieron aparición en nuestras vidas desde el valle de silicio, piensan que están vivos, pero no lo están, están muertos. Deambulan con los ojos fijos (en una pantallita), casi en blanco (los ojos). Uno les habla, y parece que escuchan y entienden, pero responden distraídamente, emitiendo sonidos guturales que no vienen de alguien que posee alma: ahhhhhh, iiiiii, ehhhhh? Apenan giran la cabeza y sus dedos parecen estar poseídos por un ente extraño. Por lo regular, el zombie que tiene un dispositivo celular, tipo BB o iPh, vive al pendiente de los vivos, pero solo a través de su dispositivo, y se comunica con otros zombies a través del mismo medio. Su vida depende del aparato, y ya sea que estén en una junta de trabajo, en una reunión familiar, o debajo de las cobijas, junto a la que era su pareja en el mundo real, no pueden existir sin el "smart phone". Por ello siempre digo: la era que estamos viviendo en desarrollo tecnológico es emocionante, pero vale la pena preguntarnos en este asombroso entorno, ¿qué importa más, el barco, o el motivo del viaje? En la comunicación sucede lo mismo. Desde el contacto personal, hasta el entretenimiento y la publicidad, lo más importante debería seguir siendo el fondo. Si un Zombie está leyendo esto, ponga atención: No dije “lo único importante”, sino “lo más importante”.
En los años recientes, la tecnología ha tenido un desarrollo tal, que ha impactado más que nunca la forma de vida de nosotros -las personas comunes-, cambiando nuestros hábitos de comunicación, de inter relación, de obtención de información, de compra. Eso no es un secreto. Y uno se pregunta, ¿hasta dónde va a llegar esto? Hay repuestas que pronostican escenarios de tecnificación desarrollados en distintos niveles y por caminos diferentes. Sin embargo, estoy seguro, que cualquiera que sea el futuro, en ese aspecto, hay dos cosas que se vislumbran desde ahora mismo. La primera, es que lo que vivimos en este momento, es apenas la punta del iceberg en el desarrollo y la aplicación de la tecnología a nuestras vidas. Cada uno debemos pensar en cómo integramos eso a nuestro mundo individual, familiar, laboral. Lo segundo que es un hecho, es que más allá de lo deslumbrante que puede ser la tecnología, y de todas las herramientas que ella pone a nuestro alcance, las intenciones detrás de su utilización, son las que mandarán ahora y en el futuro; la consciencia que tengamos alrededor de esto, nos puede ayudar a integrar las herramientas tecnológicas a nuestro universo cotidiano, para una mejor convivencia con ellas y con nuestros allegados, o a enloquecer con la avalancha de gadgets, softwares, canales y medios. Hay que ver a los niños. Los botones con luces de colores siempre le llamarán la atención a un bebé, pero es increíble ver cómo puede entretenerse más con la caja del juguete, que con el artefacto que usa pilas. Hay que ser como niños, dice la Biblia. Seamos así al pensar en nuestras campañas de comunicación, pensando primero en ¿qué quiero decir? y enseguida en ¿cómo lo quiero decir? Yo soy “Heavy User” de la tecnología. Tuve un Atari, siempre quise un auto que me hablara y ahora tengo un iPhone. No estoy en contra de la tecnología. Estoy a favor de usar las herramientas de la civlización, para ser mejores personas en cada una de las esferas que nos componen. Una reflexión para humanos vivos.

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